domingo, 18 de abril de 2010

La Fe ante todo

Plegaria a San Ramón Nonato
Preparación inicial.

En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén. Prepara mi corazón, Señor, para este rato de oración. Celebro con gozo a San Ramón Nonato ya que él te amó y fue fiel al Evangelio. Él vivió intensamente el seguimiento de Jesús, y le dedicó toda su vida. Él es el modelo de todas las cristianas y especialmente para mí porque estoy embarazad. Por este motivo, ya que San Ramón es el patrono de todas aquellas que van a ser madres, imploro su intercesión ante ti, Señor. Haz que su memoria sea para mi estímulo de fidelidad a ti.

Oh Señor, Padre de bondad, Tu me habéis hecho el inmenso beneficio de engendrar a un hijo. Te doy las gracias por haberme hecho partícipe de vuestra paternidad en dar la existencia de un nuevo ser. Mientras espero su parto, vengo a pedirte tu protección por intercesión de mi abogado San Ramón Nonato, a fin que este fruto de mis entrañas pueda llegar felizmente a la luz de la vida. Así lo espero por los méritos infinitos de Nuestro Señor Jesucristo, vuestro Hijo y los de su Madre Santísima, la Virgen María.

Oración a San Ramón:

A ti acudo, glorioso San Ramón, en estos días que preceden a mi maternidad, implorando de tu mediación la gracia de un parto feliz que, satisfaciendo plenamente mis deseos, sea un premio a mis esperanzas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

Lectura del Evangelio:

"En aquel tiempo, presentaron a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos". (Evangelio de Marcos 10, 13-16)

Súplica a María. Nuestra Madre:

Virgen María, ahora que voy a ser Madre como fuiste tú, dame un corazón semejante al tuyo, firme en sus afectos e inquebrantables en su fidelidad. Un corazón afectuoso que irradie ternura serena y no rehúse entregarse a los demás. Un corazón delicado capaz de poner amor en los pequeños detalles y en los humildes servicios. Un corazón casto sin mancharse de torpezas, abierto de par en par, que se goce con el gozo de los demás. Un corazón dulce y bueno que no condene a nadie y que no se canse nunca de perdonar y de amar.

Oración final.

Oh Dios, que manifiestas de forma admirable nuestro amor a nuestro siervo San Ramón Nonato llevándolo a la vida de una forma maravillosa y lo constituiste como protector de las que vamos a ser madres; por sus méritos e intercesión te suplico que la nueva vida que habéis hecho germinar en mi venga felizmente a aumentar el número de nuestros hijos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

(Se acompaña con un Padrenuestro, una Ave María y una Gloria)

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